El arcano 15 es, sin duda alguna, uno de los arcanos más
temidos. Después de todo es el mismísimo diablo, lleva consigo conceptos
cristianizados de tentación, vicio, esclavitud y condena. El diablo se
convirtió en el chivo expiatorio, y será siempre el recipiente y provocador de
todos los males del mundo.
Todo lo políticamente incorrecto, lo instintivo, lo que no
es socialmente bien visto o culturalmente aceptado; incluso cuando son características
intrínsecas del ser humano, se le atribuyen todas como defecto al Arcano Quince.
Pero volvamos a estos atributos, antes de los cánones
sociales antes de las imposiciones culturales, religiosas; antes del que dirán.
El enojo, el deseo, el impulso, el recelo. Todas estas cualidades humanas eran
perfectamente normales, se reconocían y se
trabajaba sobre ellas para bien o
para mal; pero eran nuestras. Fue más tarde con el dogma y la correctitud que
se nos grabaron a fuego en la mente; que la curiosidad, el deseo de saber y
hasta cierto grado la inocencia nos es arrancada y reemplazada por un modelo de
propiedad y buenas costumbres globalmente aceptada como regla social.
Entonces sacando la demonización a que fue sujeta la carta
del Diablo, podemos decir que su regalo es el recordatorio de que somos
humanos. Imperfectos, llenos de temores, de deseos y emociones de todo tipo. El
diablo nos da este conocimiento liberador de que NO ES POSIBLE SER FELICES BAJO
LOS ESTÁNDARES DE OTROS.
Lucía del Mar
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