Me he cruzado en la red con varios artículos que plantean la forma de ver la calidad de un tarotista desde una postura agresiva o donde el consultante debe pagar para ‘evaluar’ si una consulta es buena o no. La realidad es que esa es una posición incomoda para ambos lados, ya que el tarotista como profesional no tiene obligación de rendir examen a sus consultantes, pues si lo están consultando es por algo. Y del lado del consultante, para poder evaluar de una manera agresiva y activa en cuanto a la significancia real y técnica del tarot, deberá primero tener un conocimiento, cuando menos básico del tema.
Veamos este asunto desde el punto de vista de cualquier profesión. Un arquitecto por ejemplo, al momento de contratarlo uno no se pondrá a calificar su metodología, no podemos decirle ‘che hacete un planito a ver si te contrato’, no le pedimos al otorrinolaringólogo que nos de cátedra sobre el funcionamiento del tímpano interno. O que adivine que tenemos con solo mirarnos. Lo cierto es que en absolutamente todas las profesiones existen profesionales y existen comerciantes, y hasta el ojo mas avizor puede ser engañado a la hora de juzgar la calidad del trabajo. Sigo pensando que ir con la idea de encontrar una estafa es agresiva y tonta, porque si estamos sospechando o no tenemos plena confianza en el profesional que sea, quien es tan tonto como para ir igual.
Sin embargo hay ciertas actitudes, normas básicas y formas que pueden evaluar de manera silenciosa que, si las encontramos en el profesional podríamos estar siendo victimas de un comerciante, veamos algunas de ellas:
- Discreción y objetividad: A la hora de leer, el tarotista debe mantener la objetividad y ser discreto con los temas que se traten, para poder dar una respuesta clara y limpia de sus propias percepciones, opiniones y prejuicios. Es lo mejor mantener la discreción en todo momento, ya que la consulta es para el consultante o por quien el consultante pregunte según situación y condiciones, y el tarotista debería poder responder, haciendo las preguntas aclaratorias necesarias pero sin inmiscuirse en la vida privada de los involucrados.
- Conocer el lugar, la funcionalidad y limitaciones del tarot como método de consulta: Si bien el tarot funciona tanto de manera predictiva como orientativa y, es capaz de contestar a cualquier pregunta, el tarotista es profesional del tarot y no es ni abogado, ni médico, ni asesor de juegos y apuestas. No podrá diagnosticar una enfermedad o intervenir en el resultado final de un asunto legal a menos que sea un medico o abogado en ejercicio. Y definitivamente no es un agente de juegos, no puede modificar los resultados de las loterías o predecirlos. El tarot por si solo no cumple esas funciones. Y seamos realistas, si pudiéramos intervenir las loterías seriamos todos ricos!!
- Sobre la muerte: Si bien este tema esta bastante debatido, daré en este caso una opinión muy personal y lo dejare a su criterio al momento de la consulta. Hay tarotistas que apoyan la idea de que si sale en el tarot, una muerte debe ser revelada al consultante pues es parte de su destino. Sin embargo eh aquí mi dilema, si el destino puede cambiar, si el tarot es orientativo, si el tarot no es definitivo y quienes lo leemos somos simples mortales, que nos libra de cometer un error y predecir una muerte que nuca sucederá?. Y si nos equivocamos, quien en la tierra podrá borrar la angustia que ha pasado el consultante luego de nuestra noticia, y si hubo graves consecuencias?. A veces es mejor pasar por mal tarotista para evitar un mal mayor, es una postura pretenciosa, sostener que no estamos sujetos al error interpretativo, y en ese caso como lo solucionamos, ‘errar es humano’ no parece una buena forma no?
- Consultas gratuitas, trabajos pagos: La consulta gratis, además de una buena forma de promoción y difusión de nuestro trabajo es un excelente gancho a la hora de comerciar. Suele suceder, más de lo que quisiera, que alguien regale una lectura, pero en esa consulta diga algo así como: ‘usted esta trabado, trabajado, hechizado para que no avance y yo puedo ayudarlo’. Lamentablemente la necesidad ajena, ha creado un mercado óptimo para este tipo de estafas, como seres humanos siempre es mas fácil poner la culpa en un tercero lo cual suele predisponer a la gente a creer en la idea de que no avanzamos, no porque no estamos sabiendo como, sino porque alguien nos esta echando brujas. Entrando graciosamente en la trampa que se nos ha puesto, y mas que dispuestos a desembolsar las cantidades de dinero que sean necesarias para la ‘ayuda desinteresada’ que se nos ofrece. A veces es dinero para materiales, a veces descaradamente nos dicen ‘la verdad es un trabajo muy grande pero no te preocupes luego de esto todo cambiará’.
Esos son algunos de los puntos que debemos tener en cuenta a la hora de decidir si queremos o no volver a consulta con X persona. Sin necesidad de ser agresivos, sin necesidad de estar en estado de alerta durante toda la consulta a la busca de una estafa, lo que nos permite que ambos tanto tarotista como consultante puedan sacar el mayor provecho de la consulta. Por último un consejo: si desconfía, lo mejor es no ir al a consulta, pierde su tiempo y el del tarotista. Preste atención a su reacción ante cualquier persona, el instinto no se equivoca, si se le paran los pelos de la nuca, probablemente usted tenga razón en desconfiar ;)
Lucia Del Mar
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