El Mago, comúnmente asociado con hechiceros, chamanes y
alquimistas (entre otros), es quien posee el poder y los medios de cambiar la
realidad propia o ajena. Si recorremos fabulas, mitos y leyendas, incluso
historia, nos encontraremos en cada ocasión con un ‘mago’ que, para bien o para
mal, ha intervenido para torcer el rumbo de los acontecimientos.
Históricamente el Mago es un iluminado, lo conoce todo y quien
todo lo conoce puede dominarlo, torcerlo, transformarlo. El mago tiene poder
sobre los elementos tangibles e intangibles, sobre la realidad y lo etéreo.
Siempre que recurrimos al Mago es para poner en movimiento la rueda del destino
en aras de un objetivo.
El arquetipo del Mago, se nos presenta como un hombre experimentado,
seguro, creativo y letrado, que es capaz
no solo de manejar las situaciones como ha aprendido, sino que en situaciones
fuera ‘del manual’, improvisará haciendo
uso de su gran imaginación para llegar a una solución acorde. El mago es
voluntad, lo que desea lo consigue, posee los conocimientos, los elementos y
los medios. Solo tiene que mover su mano para manifestar sus deseos en el plano
material.
Entre las bastas personificaciones del mago podemos
encontrar a los hechiceros, quienes están altamente conectados con su entorno
natural, ellos estudiaban la naturaleza y sus diferentes manifestaciones.
Haciendo uso de sus conocimientos y elementos brindados por la naturaleza, lograban
hacer realidad sus deseos, ya sean buenos o malos.
Los alquimistas, quienes han aprendido de su entorno y la interacción
de elementos dando inicio a la ciencia, han llevado su investigación a otro
nivel, buscando el origen de todo. Reduciendo la materia a los elementos que la
componen. Ellos pensaban que conociendo
como estaba conformado determinado elemento, era posible reproducirlo. Dentro
de los objetivos más comunes a la alquimia estaba la evolución, la perfección
absoluta del alma (convertir el plomo en oro). La panacea y la piedra filosofal, siendo estos últimos necesarios para
transmutar los elementos a su máxima expresión, tanto de manera literal como metafórica.
El Mago propiamente dicho, tiene el conocimiento, tiene los
elementos pero su capacidad de producir el cambio no depende enteramente de su
entorno, pues su palabra es poder y tiene el poder de manipular el entorno, los
elementos, las circunstancias y hasta quienes le rodean, en su favor.
En cualquiera de los antes mencionados casos, el arquetipo
del Mago es un materializador, tiene el poder de cambiar las cosas de poner los
elementos en su favor y conseguir lo que desea, solo poniendo toda su voluntad
en ello.
Entonces que nos ofrece El Mago:
El regalo del mago es la manifestación. Cuando el mago nos
visita nos esta diciendo que, eso que deseamos iniciar, ese proyecto, esa idea
remota que en algún momento nos ocupo el pensamiento, es posible de realizar ahora. Claramente
nos dice, aquí esta todo lo que
necesitas, sabes como hacerlo. Pero no nos trae nada servido, deberás ser tu,
esta completamente en tus manos, pondrás
a trabajar tu creatividad para conseguir tus objetivos?
Lucía del Mar
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